miércoles, 24 de diciembre de 2008

Mujer en el exilio, poema de Ana Muela Sopeña




Mujer en el exilio
sumergida en la sombra del abismo
esperando el latigazo de la niebla,
para sentir el mundo en sus entrañas.

Mujer de hielo suave en la tierra del agua,
atesorando la riqueza de la bruma,
apátrida sin límite ni vértigo.

Mujer que sufre siempre en el destierro
de la verdad desnuda y primigenia
de guaridas trenzadas con la piel
de un lobo solitario,
en trenes de mendigos y de niños
que lloran en la noche de Walpurgis.

Mujer en soledad,
con partículas cósmicas de un ave
que emigra sin raíces hacia el sol
en la desolación más infinita.


Ana Muela Sopeña




7 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Bellísimo poema, que tan acertadamente simboliza y compendia. los sufrimientos de la mujer en el destierro.
Enhorabuena a la autora.
Muxu bat para cada uno

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, María Socorro, por tu lectura atenta y generosa. Es un placer y una alegría que este poema te haya gustado. Lo escribí con esa doble intención, intentando expresar los sentimientos propios (en un momento de desolación) y los sentimientos de tantas y tantas mujeres en el exilio...

Un abrazo
Ana

Anónimo dijo...

Gracias María Socorro por tu visita en ésta entrada que nos cede Ana con su poema. A la luz de quienes mostráis esa exclusión, esa invitación ha hacernos cargo.
Un beso y abrazo.

Anónimo dijo...

Ana:
Gracias a ti Ana, por tu aportación generosa en Estación de acacias, donde precisamente se detiene, para ese momento incomprensible, que requiere de los cuidados de reflexión, maduración para ese estado de vacío, de petrificación, que procura su tiempo. Aquí intenta macerar, encontrar de nuevo oportunidad. Como indicio en el poema, emigrar o encontrar nuevo rumbo, para mí un honor.
Un beso y abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias a ti, Miguel, por brindarme generosamente tu espacio poético, este blog tan fantástico, para publicar. Ha sido una alegría y un honor tu invitación.

Me gusta leerme aquí.

Me gusta también leer a otros poetas en este blog. Otras miradas, otras formas de entender la poesía y otras opiniones.

Gracias, de corazón
Un abrazo grande
Ana

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Madre de todo, mujer, madre del mundo, y en toda desesperación y holocausto, la más vapuleada de todos los seres.

Ser mujer en muchos lugares aún es una suerte de exilio. Doble exilio para las mujeres en paises de otra lengua y cultura, donde son doblemente ninguneadas.

Un beset, Ana,
un abrazo, Miguel.

Víktor

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Víktor, por brindar tus palabras en este espacio. No sólo a mí sino a todas las mujeres.

Te dejo un abrazo
Ana