miércoles, 29 de julio de 2009

DESDE LA VENTANA

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Miro el cristal
reflejándonos:
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insiste la sombra
en separarte
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vuelvo el rostro
a la puerta azul
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miras el ventanal
sin verme: aun estoy

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sábana marfil cae
en la sala desamueblada
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ni blancura ni crepúsculo:
tu tacto sobre nadie
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ese nacer el deseo
cuando ya nada es posible

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la vez otra vez del sí
duda en la carne, pierde
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la luz en luz por acá
realza la noche sin siluetas
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esa fría estancia
acantilado del habla
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mujer escalofrío don
hilo afán retorno del no

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Víktor Gómez, inédito para sortear la blancura de los márgenes, ejercicio insuficiente de escritura para aquietar un imposible, ruina de traducción, desliz de tinta, garabato, trastada, emancipación de la torpeza sobre la utilidad. salto.

lunes, 27 de julio de 2009

Un poema para Miguel Morata y Antonio Gamoneda


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A Miguel Morata, librero y excelente lector

en su más inagotable sentido crítico y fraterno.

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"La belleza no existe si no la acompañan las personas" Antonio Gamoneda

"…convertir lo interior en exterior sin usar el cuchillo" Blanca Varela

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La inocencia no es poesía. La poesía, sin inocencia, ¿a qué huele? El poeta no es neutral. ¿Qué uñas se mantienen transparentes cuando se recolecta sin guantes? Para extraer un verso verdadero, como la muchacha que se afana con el lomo doblado y sin descanso, como el recolector de remolacha, han de sangrar los dedos -saltar las uñas negras- se ha de embarrar la nieve.

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Víktor Gómez, Valencia, julio de 2009

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(Del poemario inconcluso, Perfeccione lo inútil a lo inútil)


jueves, 23 de julio de 2009

Los árboles blancos, de Gracia Íñiguez López




Eduardo es un chico con suerte y también con muchos amigos. Nació con Síndrome de Down, lo que no ha impedido que su vida sea interesante y plena. Te adelanto que cuando sea mayor quiere ser fotógrafo y, si puede, también mecánico y jardinero. Le brillan los ojos cuando habla de ello.

Todos los días toma el autobús escolar para ir a San Juan, su colegio. Por la tarde, el transporte escolar le deja en las instalaciones de la asociación a la que pertenece. Al principio era difícil. Ahora le gusta mucho ir a la Azociasión, como él la llama.

Allí conoció a la pandilla, chicos y chicas que, como él, tienen minusvalías, y a su monitora, Carmen. Con ellos juega, habla, aprende los bailes
de moda, va al cine, discute las cosas importantes de la vida, las que los mayores no entienden.


Edu tiene una gran dificultad para pronunciar algunas consonantes. Trabaja para solucionar ese problema dos tardes a la semana, con la logopeda, su amiga Tegesa.

La aventura que te quiero contar comenzó en diciembre de 2001, faltaban diez días para las vacaciones de Navidad; Edu volvía del colegio. Como cada día, antes de ir a casa con mamá, fue a su trabajo para recogerla; es un trato que hicieron los dos hace tiempo. Cuando él era pequeño, mamá lo acompañaba siempre; poco a poco, mamá le enseñó a utilizar el autobús y el metro sin equivocarse ni tener miedo, también a confiar en los conductores; ahora todos son sus amigos, hasta los más gruñones. Cuando estuvo reparado, ella decidió volver a trabajar. El trabajo es importante para mamá y él lo sabe.

Esa tarde el chico andaba los pocos metros que separan la parada de autobús del trabajo de mamá, recordando la conversación de aquella mañana:

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Gracia Íñiguez López



REFERENCIAS DE LA AUTORA
Gracia Íñiguez es Astróloga y escritora, con ésta su segunda novela infantil, nos muestra su alma de niña y la claridad y dominio del lenguaje apropiado.



SINOPSIS
Este cuento infantil narra la historia de Edu, un niño con síndrome de Down, que en el trayecto de vuelta a su casa desde la escuela rompe con la rutina que le llevará a vivir una aventura y le trasladará hacia un destino inesperado.

Extracto Los árboles blancos: descargar

Venta y adquisición pinchar aquí

En Obrabierta editorial


martes, 21 de julio de 2009

Vicente Huidobro: Altazor, Canto II




Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
se hace más alto el cielo en tu presencia
la tierra se prolonga de rosa en rosa
y el aire se prolonga de paloma en paloma

Al irte dejas una estrella en tu sitio
dejas caer tus luces como el barco que pasa
como una serpiente fiel y melancólica
y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro

¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
reflejo de armaduras despiadadas
¿qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
dadora de infinito
que pasea en el bosque de los sueños

Heme aquí perdido entre mares desiertos
solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche
heme aquí en una torre de frío
abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez

El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
en la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de [flor

te hablan por mí las piedras aporreadas
te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
te habla por mí el color de los paisajes sin viento
te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
dormido en tu memoria
te habla por mí el arroyo descubierto
la yerba sobreviviente atada a la aventura
aventura de luz y sangre de horizonte
sin más abrigo que una flor que se apaga
si hay un poco de viento

Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
se pierde el mundo bajo tu andar visible
pues todo es artificio cuando tú te presentas
con tu luz peligrosa
inocente armonía sin fatiga ni olvido
elemento de lágrima que rueda hacia adentro
construido de miedo altivo y de silencio
Haces dudar al tiempo
y al cielo con instintos de infinito
lejos de ti todo es mortal
lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad

He aquí tu estrella que pasa
con tu respiración de fatigas lejanas
con tus gestos y tu modo de andar
con el espacio magnetizado que te saluda
que nos separa con lenguas de noche

Sin embargo te advierto que estamos cosidos
a la misma estrella
estamos cosidos por la misma música tendida
de uno a otro
por la misma sombra gigante agitada como árbol
seamos ese pedazo de cielo
ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
la aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
y de saltar los muros de mis alabanzas
estamos cosidos por la misma estrella
estás atada al ruiseñor de las lunas
que tiene un ritual sagrado en la garganta
qué me importan los signos de la noche
y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
qué me importa el enigma luminoso
los emblemas que alumbran el azar
y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos
qué me importa ese miedo de flor en el vacío
qué me importa el nombre de la nada
el nombre del desierto infinito
o de la voluntad o del azar que representan
y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
o banderas de presagio y de muerte

Tengo una atmósfera propia en tu aliento
la fabulosa seguridad de tu mirada con sus
[constelaciones íntimas

con su propio lenguaje de semilla
tu frente luminosa como un anillo de Dios
más firme que todo en la flora del cielo
sin torbellinos de universo que se encabrita
como un caballo a causa de su sombra en el aire

Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?

Tengo esa voz tuya para toda defensa
esa voz que sale de ti en latidos de corazón
esa voz en que cae la eternidad
y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío

Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan
traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
de un Dios encontrado en alguna parte
y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
el pájaro de antaño en la clave del poeta

Sueño en un sueño sumergido
la cabellera que se ata hace el día
la cabellera al desatarse hace la noche
la vida se contempla en el olvido
sólo viven tus ojos en el mundo
el único sistema planetario sin fatiga
serena piel anclada en las alturas
ajena a toda red y estratagema
que su fuerza de luz ensimismada
detrás de ti la vida siente miedo
porque eres la profundidad de toda cosa
el mundo deviene majestuoso cuando pasas
se oyen caer lágrimas del cielo
y borras en el alma adormecida
la amargura de ser vivo
se hace liviano el orbe en las espaldas

Mi alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
(reconozco ese ruido desde lejos)
cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
eres una lámpara de carne en la tormenta
con los cabellos a todo viento
tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueños
mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
como la mano de una princesa soñolienta
con tus ojos que evocan un piano de olores
una bebida de paroxismos
una flor que está dejando de perfumar
tus ojos hipnotizan la soledad
como la rueda que sigue girando después de la catástrofe

Mi alegría es mirarte cuando escuchas
ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
y te quedas suspensa largo rato
tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
nada tiene entonces semejante emoción
ni un mástil pidiendo viento
ni un aeroplano ciego palpando el infinito
ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
ni el arco-iris con las alas selladas
más bello que la parábola de un verso
la parábola tendida en puente nocturno de alma en alma

Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
con la cabeza levantada
y todo el cabello al viento
eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
que un faro en la neblina buscando a quien salvar
eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
eres el ruido del mar en verano
eres el ruido de una calle populosa llena de admiración

Mi gloria está en tus ojos
vestida del luto de tus ojos y de su brillo interno
estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada
bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
y un viento de océano ondula tus pupilas

Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia
a esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
tu voz hace un imperio en el espacio
y esa mano que se levanta en ti como si fueras a colgar soles en el aire
y ese mirar que escribe mundos en el infinito
y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
y ese beso que hincha la proa de tus labios
y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida
y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
las estrellas a pesar de su lámpara encendida
perderían el camino
¿Qué sería del universo?



(Altazor o el viaje en paracaidas 1931) Canto II


Vicente Huidobro
Ilustración: Miguel Iñiguez
Antología Cátedra de Poesía

viernes, 17 de julio de 2009

"El vacío" por Manuel Vicent


Una pincelada de más acaba por estropear un cuadro, una sola palabra puede arruinar un poema y también puede destruir una historia de amor, si se convierte en una bala. Detenerse a tiempo, esa es la primera regla del arte y Matisse lo sabía cuando pintó su famosa composición La Danza, en la que cinco muchachas desnudas bailan agarradas de las manos formando un círculo con la guirnalda de sus brazos. La simple apariencia te hace creer que ese círculo es perfecto, que está totalmente cerrado, que en él ya no cabe nadie más, pero no es así. Dos bailarinas en primer plano no llegan a alcanzarse con las manos, el artista ha creado entre ellas un vacío que genera una tensión rítmica en todas las danzantes forzándolas a girar. Es difícil encontrar un cuadro que exprese mejor la dicha de vivir. Da la sensación de que al espectador le bastaría con agarrarse de esas manos libres aún para ensanchar el círculo y sumarse al baile. Ese vacío está formado por los momentos felices de la vida: la playa de la niñez llena de gritos y de cuerpos dorados persiguiendo la pelota de Nivea, las risas de tu juventud con los amigos a la sombra de los plátanos, el campari que iluminaba la terraza del café Rosati en Roma, todos los viajes al Sur, las dunas del desierto rayadas por los lagartos, aquellas hogazas de trigo candeal que tenían el color del románico, la lectura de los versos de Keats favorecida por una melodía de Grieg, aquella navegación por la costa de Turquía buscando recalar en Efeso. Basta con desnudar la memoria y aceptar como un don de los dioses la belleza que un día te fue regalada sin más, para que esas muchachas de Matisse te admitan con gusto en la danza. El pintor Miguel Ángel también conocía la carga magnética que contiene el vacío, por eso en lugar de unir los dedos de Adán y de Jehová en el techo de la Capilla Sixtina dejó sus yemas a punto de entrar en contacto, vibrando en el aire, sin llegar a rozarse. El vacío que existe entre esos dedos, de pronto, causó una detonación y su onda explosiva creó al primer hombre. En la plaza del poblado dos vaqueros se miran a los ojos con las manos en la culata del revólver: el vacío que existe entre ellos es absolutamente creativo; una pareja de adolescentes está a punto de besarse por primera vez: esa mariposa radioactiva que aletea entre sus labios podría levantar una montaña; unos amantes van a pronunciar la palabra maldita que destruirá una larga historia de amor: su silencio incluye la vida y la muerte. El arte consiste siempre en detenerse.




Manuel Vicent
Columna del Domingo 13 de Febrero del 2005
En el diario ‘El País’




Después de obtener la Licenciatura en Derecho y Filosofía por la Universidad de Valencia, se trasladó a la capital, donde cursó estudios de Periodismo en la Escuela Oficial. Colaboró en las revistas Hermano Lobo y Triunfo, y también en el diario Madrid. En esta publicación estrenó su faceta de columnista político, que continuó y consolidó en El País, medio para el que escribe en la actualidad.

Su obra comprende novelas, teatro, relatos, biografías, artículos periodísticos, libros de viajes, apuntes de gastronomía, entrevistas y semblanzas literarias, entre otros géneros. Sus novelas 'Tranvía a la Malvarrosa' y 'Son de mar' han sido adaptadas para la gran pantalla dirigida por José Luis García Sánchez y por Bigas Luna, respectivamente.

Vicent compagina su labor como escritor con la de galerista de arte, una de sus más conocidas pasiones.

Con una prosa voluptuosa y sensual, sublime y mordaz, Vicent plasma en sus columnas y relatos hermosos cuadros que tratan de reflejar “esos momentos que nos hacen felices, perplejos, escépticos y expertos en dioses menores”.

Notas biográficas de Wikipedia

viernes, 10 de julio de 2009

“Una noche de ópera” Noche del sábado 18 de Julio en el Centro Cívico de Puerto de Sagunto - Valencia



La noche del sábado 18 en el Centro Cívico de Puerto de Sagunto a las 23 horas, tendrá lugar “Una noche de ópera”, donde más de un centenar de músicos (entre orquesta y coros) interpretarán fragmentos de las óperas más conocidas. Junto a la inestimable colaboración de la Unión Musical Porteña, la Soprano Laura Lavilla y el Tenor Pablo Rossi estarán acompañados por la Escuela Coral Ad Libitum, la Coral de Moncada, y la Coral de la Lira Saguntína dirigidos por el Maestro Françesc Gamón.







La fuerza de esta combinación reside en el contenido denotativo de las palabras y en la abstracción musical, de forma que la música viene a subrayar y aumentar la fuerza expresiva del lenguaje. La ópera es un género que combina prácticamente todas las artes: música, poesía, teatro, artes escenográficas (pintura, artes plásticas, decoración, arquitectura, iluminación...), y hace así necesaria la utilización de todos los sentidos,
haciendo de la obra una representación única, grandiosa... y a su vez mágica.

Una nit d'òpera pretende hacer un recorrido por el fascinante mundo de la ópera, presentando una selección de los fragmentos más significativos del género.

Silencio... comienza el espectáculo.






CORAL DE MONCADA
CORAL LIRA SAGUNTINA
AD LIBITUM – ESCOLA CORAL QUART DE POBLET


LAURA LAVILLA, soprano
PABLO ROSSI, tenor
FRANCESC GAMON, director



Arreglos musicales, Amparo Edo
Pianista repetidor, Amalia Amparo Bosó
Traducciones de los libretos, Marta Estal
Montaje de traducciones, Marta Granell
Técnico de proyecciones, Clara López
Sonido e iluminación, Presto-Music Producciones