
lunes, 5 de enero de 2009
JUAN GELMAN: resistencia del pato salvaje

miércoles, 24 de diciembre de 2008
Mujer en el exilio, poema de Ana Muela Sopeña

Mujer en el exilio
Ana Muela Sopeña
jueves, 18 de diciembre de 2008
LÉOLO LA ESCRITURA FÍLMICA EN EL UMBRAL DE LA PSICOSIS por Jesús González Requena y Amaya Ortiz de Zárate
“E iré a descansar con la cabeza entre dos palabras
en el valle de los avasallados.”
Parce que je reve, je ne suis pas
Porque sueño, yo no lo estoy

Dirección Jean-Claude Lauzon
Guión Jean-Caude Lauzon
Producción Lyse Lafontaine Y Aimée Danís
Fotografía Guy Dufaux
Música Richard Gregoire
Montaje Michael Arcand
Sonido Yvon Benoit y Marcel Pothier
Decorados Francoise Séguin
Dirección artística Francoise Séguin
Vestuario Francoise Barbeau
FICHA ARTÍSTICA
Narrador Gilbert Sicotte
Léolo Maxime Collin
Padre Roland Blouin
Madre Ginette Reno
Abuelo Julien Guiomar
Domador de versos Pierre Bourgault
Bianca Giuditta del Vecchio
Consejero educador Danys Arcand
Profesor German Houde
Psiquiatra Andrée Lachapelle
Fernand Yves Montmarquette
Chulo Lorne Brass
Léolo joven Francis St-Onge
Origen Canada (Québec)
Año 1992
Duración 107 minutos
Distribución Alliance/ Vivafilm
FILMOGRAFÍA
1979 Le secret du colonnel (cortometraje)
1980 Super Marie (cortometraje)
1986 Un zoo, la Nuit (largometraje)
1992 Léolo (largometraje)
Son muy pocas la películas que, como Léolo no conformandose con hacer de la locura el tema de sus argumentos, han afrontado de lleno la experiencia —inevitablemente brutal y descarnada— que la constituye.
Mas allá de su superficie narrativa —en cierta medida autobiográfica—, es la propia escritura del filme la que afronta la experiencia radical de la locura, aproximándose así a ese umbral donde, porque todas las sujeciones fallan, se dispara la angustia: en el filo mismo de esa extrema navaja, se sitúa la voz que habla y la mirada que hace ver en Léolo
Ahí, en ese umbral donde todas las sujeciones fallan —y donde, por eso, la angustia se dispara—, en el filo mismo de esa extrema navaja, se sitúa la voz que habla y la mirada que hace ver en Léolo
…No intento recordar las cosas que ocurren en los libros, lo único que le pido a un libro es que me inspire energía y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar.
EL SÓTANO DEL DOMADOR
… Y cuando finalmente una enfermera cierra la puerta del enrejado de la sala de hidroterapia, la cámara retorna a la morada del Domador.
La irreversibilidad de lo que ha sucedido —último eslabón de la narración que ya se cierra definitivamente— se marca entonces en la ruptura del orden de enunciación que ha regido el film hasta aquí. Pues hasta ahora la voz del Domador sólo se hacía oír leyendo lo que ya habíamos oído por la voz adulta de Leo; ahora, en cambio, se invierte el orden por primera y única vez; oímos primero al Domador y sólo luego, en seguida, a Léolo repitiendo sus palabras.
Domador de versos:
“ A ti, la dama. La audaz melancolía, que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio. Tú, que atormentas mis noches cuando no sé qué camino de mi vida tomar. Te he pagado cien veces mi deuda”
Léolo:
De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de una sombra de la mentira que tú misma me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio, y si una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí. Y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad.”
"Porque sueño yo no lo estoy. Porque sueño... sueño. Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día. Porque no amo. Porque me asusta amar. Ya no sueño. Ya no sueño".
L'avalée des avalés, Réjean Ducharme

Léolo – La escritura fílmica en el umbral de la psicosis
Jesús Gonzalez Requena / Amaya Ortiz de Zárate
Contraluz libros de cine (CC)
Ediciones de la mirada
lunes, 15 de diciembre de 2008
ARTURO BORRA: el poeta que salta las vallas

martes, 9 de diciembre de 2008
Destiempo de los heroes innombrados
La poesia, com a qualsevol de les arts, naix del conflicte. Naix de la necessitat de posicionament davant d’un món que és, per definició, incomprensible i inabastable.
Begonya Pozo
.
una barrena de llanto
y un claror de alma despellejada
nos dicen del desastre
-como un río de piedras
molidas por la desgracia
que propician los deconstrutores-
en su cenit arrase de toda
heredad, de un nombre y su temple,
de un des-templado dios de mil rostros
sepultados bajo las iras y los desmanes,
--------- así queda
lo que fue un pueblo,
--------- en cruz de escombros cainitas,
torturado
y desaparecido bajo las fosas de una tierra infame.
Cuando tiembla el suelo,
auscultamos su insurrecta podredumbre,
gusanos que saldrán, sin ojos,
--------------------- con su viscosa verdad
renacida para los árboles
que nos separan de las moles de ladrillo blanco.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Recital Benéfico con África el día 11 de diciembre
Palabras, imágenes y música con la Asociación Djidjole-Afrique, de Togo.
Fiesta Benéfica
Día: 11 de diciembre de 2008
Hora: 20:30
Lugar: Cafe El Dorado (C/ Alzira nº25 , Valencia)
Entrada*: 5 euros
Fila cero*: 1 euro
Presentación de la asociación Djodjole-Afrique a cargo de su delegada en España (Lucía Boscá)
20:30 H. Palabras para África con Quique Falcón, Laura Giordani, Jorge Martínez, Antonio Méndez Rubio, Jesús Ge, Eddie (J.Bermúdez), Arturo Borra, Víktor Gómez, Pedro Montealegre y Carlos Martínez.
21:30 H. Imágenes para África: * Con la entrada se rifarán fotografías y grabados de Francisco Llop, Jenni Arnau, Beto Dilolli y Sara Boix
22:30 H. Música para África. Concierto acústico de Txus Bixquert (de The Phantoms) y otros músicos valencianos.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Indagación, poema de Eduardo Mitre
De qué herida vendrá el que te hiere.
Así, tan de filo, lujosamente.
De cuánta hambre o sed.
De qué adolescencia humillada.
De qué niñez a golpes enterrada.
De qué piel perdida o inútilmente deseada.
De qué desnudez cortante como navaja.
De qué herida reciente o lejana.
De qué roto sueño.
De qué pronta muerte.
De qué primer muerto.
De qué, de quién vendrá a herirte
como si fueras un dios;
tú, tantas veces herido,
y tantas —como él— heridor.

"El alma de la ley", por Antonio Palao

…Extraña nada la del hijo, nada en la que se encarna la ley, nada necesaria para la ley y por ella querida para perpetuarse. Esta necesidad hace sospechar al hijo la impotencia de la ley:
“Para perpetuarte, ¡Oh ley! necesitas de mí, y cuando la dulce promesa de tu inmortalidad ha persuadido mis oídos, me vuelves la espalda para declararme cascaron de la nada.”
Antonio Palao
Aletheia, revista de psicoanálisis Nº1 Valencia 1992