viernes, 31 de agosto de 2012

RELÁMPAGOS



RELÁMPAGOS



Un relámpago azul nos transfigura
en el tiempo del alba y de la herida.
Nuestra sangre compite con crepúsculos
que buscan en el mar su adiós incierto.
Es el reloj que llora
en túneles de amianto.
Un relámpago rojo nos avisa:
la
hora
del
encuentro,
en las plumas del pájaro que vuela.
Nuestros cuerpos son aves que se esconden
de la llamada firme a ser de arena.
Un relámpago blanco es la señal
del cosmos adherido a nuestros códigos.
Nos invita el momento
a ser como las piedras en el bosque.
Anónimos y envueltos en la lluvia,
sacralizando siempre la palabra.
Un relámpago verde es nuestra clave
que persigue en los ojos la conquista
de la libertad de la conciencia.


Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ana, estamos adheridos como haces de energía que pasan de un signo a otro y es cierto padecemos la agitación constante por saber canalizarla de la mejor manera.


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Parece ser que este blog necesita renovación por mi parte de vez en cuando, sobre todo si se trata de material ajeno cuando compartes algo con los demás. No estoy de acuerdo en mantener este blog. Tal vez sí, considero como la anterior vez quedarme al margen durante algún tiempo.

Dejamos esta cuestión así, Ana, Víctor.

Dejemos que mantenga su propio curso, libre, sin condición ni trabas y por supuesto siempre agradecida y enriquecedora participación.

Un abrazo a los dos

Ana Muela Sopeña dijo...

Querido Miguel:

Este blog está escrito por mucha gente y llevado por tres mentes, tres corazones y seis manos.

Comprendo que quieras abandonar pero nosotros dos, Víktor y yo, no queremos...

¿Entonces?

Reflexiona...

A veces el tiempo pone las cosas en su lugar.

Por el momento te dejo un abrazo
Te he llamado en varias ocasiones a tus teléfonos pero no doy contigo...a ver si la próxima vez tengo más suerte...

Besos
Ana

Víktor Gómez Valentinos dijo...

confío, deseo, espero, que el blog en sí no desaparezca, sea "exterminado" como en un Gulag o en un Campo de Concentración nazi, en un Guantánamo, o en un Campo de refugiados.

confío, deseo, espero, que el blog como "vida" sea respetado, sea cariñosamente acunado, delicadamente acompañado, amorosamente protegido.

confío en ti, Miguel, hermano poeta.

y confío en Ana, hermana poeta.

en que por encima de todo y nada,
quede la vida, queden los vínculos, quede la voz del amor que son estos post unidos como una cadena de ADN para dar una vida nueva e insustituible llamada Estación de acacias.

confío, amo, espero...

Antonio Fernández López dijo...

No es sencillo dar contigo, pero ya ves que te he localizado. Me gusta lo que escribes. Tiene chispa y desde la reflexión se escapa y busca espacios nuevos de significado. un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Víktor. Yo también confío en que el blog sea lindamente cuidado y acunado. Gracias Miguel por venir de nuevo y renacer.

Abrazos enormes para ambos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Antonio:

Muchas gracias por tus palabras. Es hermoso que mi poema te haya llegado.

Un abrazo
Ana

Anónimo dijo...

Después de un tiempo de desidia, de obsesión destructiva o de cuestionar cualquier vínculo quiero agradecer vuestra amistad, Ana, Víctor. Lo virtual encarna virtudes y errores que hay que tener siempre presente. Como espacio de comunicación siempre está esa huella y es imborrable.

Gracias a ambos, Ana, Víctor, por esta enseñanza.

Un abrazo grande

Miguel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias a ti, Miguel, por volver con espíritu renacido y creador.

Besos, amigo
Ana